Con amplia participación, continúa la exposición de caballos criollos en Jujuy

Hasta el domingo 13 de abril, la Sociedad Rural Jujeña es sede de una imperdible exposición de caballos criollos que reúne a destacados criadores del NOA. El encuentro, que funciona como clasificatorio para la competencia nacional que se desarrollará en julio en Palermo, fue organizado por la Asociación de Criadores de Caballos Criollos y cuenta con meses de planificación detrás.

El predio ubicado en San Salvador de Jujuy se transformó en un espacio de encuentro familiar, con propuestas gastronómicas, exposiciones y un fuerte componente cultural que rinde homenaje a una de las razas más emblemáticas del país. Los organizadores destacaron no solo el esfuerzo que implicó poner en marcha esta edición, sino también el entusiasmo que generó en el público y los participantes.

“Es una experiencia que da impulso para seguir promoviendo nuestra tradición”, expresaron, y remarcaron el valor histórico del caballo criollo como símbolo de la identidad argentina y protagonista de los orígenes de la nación.

A pesar del tiempo variable, la exposición continúa con sus actividades programadas, y promete seguir convocando a familias y amantes del mundo ecuestre durante todo el fin de semana.

¿Cómo son los caballos criollos?

Según la Secretaría de Bioeconomía de la Nación, los caballos criollos son reconocidos por su resistencia y adaptabilidad a diferentes condiciones ambientales, lo que los convierte en una elección ideal para el trabajo en el campo y para actividades recreativas.

Originarios de América del Sur pero extendidos por todo el continente, estos equinos poseen características físicas distintivas que los distinguen. Con una altura promedio de 1,40 a 1,48 metros, tienen una cabeza de base ancha y vértice fino, con una frente amplia y un cráneo bien desarrollado. Sus orejas son pequeñas, sus ojos grandes y expresivos, y sus ollares amplios.

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El cuello de los caballos criollos es largo y musculoso, con una curvatura característica en la parte superior y una línea recta en la inferior. Tienen una cruz musculosa pero poco prominente, y su línea dorsolumbar es corta y recta. El lomo es robusto y corto, mientras que la grupa se inclina y tiene una inserción media de la cola. Su pecho es ancho y musculoso, el tórax amplio, y presentan un tronco y abdomen de forma toneliforme.

En cuanto a las extremidades, los caballos criollos tienen una buena osamenta y musculatura, con articulaciones y tendones resistentes que les otorgan una gran capacidad de movilidad y resistencia. Sus cuartillas son fuertes y anchas, y sus pies tienen proporciones adecuadas, con cascos robustos que les permiten enfrentar terrenos variados con firmeza y seguridad. En resumen, los caballos criollos se destacan por su rusticidad, vigor y versatilidad, siendo una invaluable contribución al patrimonio equino de América.